Se le adjudica a Karl Marx, parafraseando a Hegel, que la historia ocurre dos veces: una como tragedia y la otra como farsa.
Si bien a primera vista dicha premisa encajaría en nuestro trànsitar històrico , debemos decir que nuestra historia, no hace más que prolongar la tragedia en la que vivimos hace más de ochenta años.
Nuestra historia en vez de repetirse como sostiene Marx, tomó un derrotero lineal: el de la decadencia política -institucional, cultural, ética y moral.
Para explicar la razón de ello, debemos una vez más volver sobre la liviandad moral y cortedad intelectual de nuestra pretendida élite ilustrada y la desculturización que campea férreamente en nuestro sistema educativo, sistema conquistado por la izquierda vernácula, con todas las sinrazones que ello implica. A lo que debemos agregar, el inexplicable relato izquierdoso y subversivo con que se degrada y bastardea a nuestro ser nacional. Hemos perdido nuestro sentimientos de Patria y patriotismo.
También debemos decir, que nos resulta inexplicable que desde ciertos ámbitos académicos, como así también desde la prensa oral y escrita, hombres de real valía intelectual, se enrolen en el relato mentiroso e insustancial de los derechos humanos de izquierda.
Y ello es asì , porque más allá del relalo indecente y oportunista de los Jóvenes Idealistas, con lo que consiguieron no solo triunfos electorales con votos obtenidos de mentes perturbadas por el grosero adoctrinamiento cultural, sino que también han sembrado a tal punto la "corrección política", que el argentino medio ha sido privado de tener una opinión fundada en la evidencia de los hechos tal cual ellos ocurrieron.
Son estos los tiempos que corren y que no tienen nada de nuevo. Si bien nuestra historia no vuelve para atrás en su lineal derrotero, gracias al peronismo y sus indigeribles versiones, repite continuamente los mas abyectos vicios de violencia y corrupción de que son capaces.
Están pasando en estos días la propaganda de una película sobre el bochornoso juicio a las juntas . Se titula1985 y por supuesto, como no podía ser de otra manera, vino por solo unos días a estos lares con fines inconfesables, Moreno Ocampo, quien junto a Strasera, y los prevaricadores de la Cámara Penal, entregaron la Nación a manos de la guerrilla. Este impresentable Moreno Ocampo, que como todo valiente izquierdista vive conchabado en Europa, sostiene una teoría que pareciera le ha llevado una vida elucubrarla. Enarbola la idea de neto corte tontoalfonsinista, ciudadanos sí enemigos no, diferencia que se sustenta en la alta sabiduría radical inspirada en los filósofos del areopago, según la cual todos somos ciudadanos nunca enemigos. Este delirante sujeto no alcanza a advertir que ciudadano es una condición jurídica, mientras que criminal es una categoría penal. Obviamente su mezquindad política no le permite advertir que a quienes mataban en las puertas de sus casas con sus mujeres y con sus hijos eran a los ciudadanos militares que cumplían con el heroico deber de defender la patria con todo lo que tenían, incluso sus familias . Por supuesto, los asesinos que ensangrentaron el paìs con sus crímenes , FAR, FAP, MONTONEROS, TRIPLE A, ERP , debían ser considerados por quienes caían bajo sus balas asesinas como decentes ciudadanos. No puede concebirse tanta imbecilidad.
Hoy escuchamos loas altisonantes, que encumbran al Olimpo de los Dioses a una oscura periodista como fue Ruiz Guiñazú. Su mèrito: haber sido una de las destacadas cómplices de la mas descarada apología montonera como fue el Nunca mas. (CONADEP)
"Nunca más ", que ahora vuelve pero no como farsa, por que la prisión injusta y cobarde que sufren los héroes de la patria que vencieron a la guerrilla apátrida y mercenaria , no lo permite . Su estoico martirio no permitirá jamás que nuestra propia historia sea considerada un farsa. Mientras se mantenga este relato y nuestros héroes sigan presos, mientras los terroristas sigan cobrando de nuestros bolsillos impúdicas indemnizaciones, nuestra historia seguirá siendo una tragedia interminable.
Siempre se ha dicho que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Y debo confesar, que a pesar de resistirme a aceptar como verdadero tal apotema , el tiempo terminó convenciéndome de la real consistencia de tan dolorosa aseveración. Y esto es así, porque son muy pocas las voces que denuncian la perversidad criminal y asesina de los delincuentes subversivos, que hoy no solo son gobierno, sino que también son jueces, periodistas , sindicalistas, docentes , hombres de la cultura en general , empresarios amigos y demás fauna que conforman esta pléyade de impresentables, que no pierden oportunidad de hacer pingues negocios con el relato de los derechos humanos. Por ejemplo, 1985. Ni hablar de las viviendas nunca entregadas de Hebe y Milagros.
No voy a detenerme en la infantil y grosera puesta en escena kirchnerista, de un pretendido atentado contra la Vicepresidenta de la Nación, porque lo considero una ofensa a la inteligencia y sentido común del argentino medio. Pero no podemos dejar de alarmarnos ante la pretendida ley anti-Odio.
Ultimamente quedamos perplejos ante cada intervención pùblica del Presidente Fernandez. Se pretende desde este gobierno populista, reglamentar nuestros sentimientos, puesto que según ellos, los odiadores somos nosotros, los que defendemos las libertades individulales y princiìos republicanos y exigimos decencia en el accionar polìtico. Implementando todos los ardides posibles para descolocar a la oposición, la horda invadiò la Basìlica de Lujàn y los mercaderes del templo, que tampoco son novedosos, cantaron Presente.
Finalmente, como ya lo hemos dicho con anterioridad, la oposiciòn con todas las variedades de matices, y aveces algo bastante màs que matices, no puede ni debe concurrir al diàlogo convocado por un gobierno que no tiene nada para proponer como soluciòn. A riesgo de parecer intolerante, con el kirchnerismo en particular y el peronismo en general, dada su manifiesta mala fe, no se debe dialogar.
A la oposiciòn, va el decir de San Pablo: "Hora es ya de levantarnos de nuestro sueño". Sueño que no nos deja ver la agresiòn permanente del Gobierno contra todas las fuerzas que pongan en peligro su permanencia en el poder. El Peronismo lleva en su gen la celebre sentencia fascinerosa de su fundador: "...al enemigo, ni justicia."
La oposiciòn, la verdadera oposiciòn, el votante opositor, esta vez clama para que sus votados sepan estar a la altura de lo que ellos le piden.