jueves, 22 de octubre de 2020

DE ALFONSO, mi hermano mellizo.-

 Siempre subo en este blog, artículos de mi autoría, salvo el poema del Sargento Bustamante que fue escrito por mi primo Rene Berraz Montyn. Como lo expresé en su momento, lo hice por considerarlo imperdible.  

Hoy vuelvo a insistir con material ajeno, escrito por mi hermano Alfonso y lo hago por la misma razón. El siempre escribió excelentemente bien, y en este caso lo hizo tal como transitó toda su vida, con el corazón en la mano, para dejarle a su gente más querida una fiel fotografía de su alma introvertida. 

Lo hace en un momento por el que atravesamos todos aquellos que ya tenemos un abultado arcón de recuerdos, e intentando asfaltar lo mejor posible el no tan largo camino que nos queda. 

Cuando lo leí, me lo traje un poco sin su autorización para poder compartir con ustedes su cálida prosa, que en mí y estoy seguro que en ustedes también, removió lo más profundo de mi corazón. 

 

 

El pelo blanco 

Y los ojos vidriosos 

El tiempo con sus huellas 

Me emociona, me entristece, 

me saca más de una sonrisa,  

Y varias lágrimas.  

El tiempo en el pelo,  

El sentir en el corazón,  

Ya viejo, ya muy cansado.  

Recuerdo de amores 

Ya muy lejanos,  

De cariños casi olvidados.  

Me quedo con los mejores,  

Un amor judío  

Que aún extraño. 

 Con el amor de mis hijos 

Que me acercan a Dios 

Y hoy con mis nietos,  

que con sus ternuras 

Me dicen del próximo morir. 

Ya has vivido abuelo,  

Y mucho,  

Más o menos bien, 

Mas o menos mal.  

Se te nota … se te nota. 

Mira pelo 

Todo blanco 

Tus ojos cansados 

Perdidos, vidriosos. 

Si ya es tiempo,  

Desde esa blancura y ese cansancio 

Partirá mi alma 

Hacia la esperanza infinita 

De tenerlos de nuevo a mi lado. 

 

ALFONSO LASSAGA